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Enkarterri sienta las bases para erigirse en “motor” de la bioeconomía

Enkarterri sienta las bases para erigirse en “motor” de la bioeconomía

Catalogada como Zona de Actuación Preferente, Enkarterri planifica con vistas a 2030 los retos para su transformación. Dentro de los seis proyectos tractores definidos en el Plan Estratégico Comarcal impulsado por la Diputación y Lakua en consenso con la Mancomunidad y agentes sociales, educativos y económicos, el afianzar la naturaleza y la bioeconomía como “motores” del territorio ocupa un lugar primordial para generar empleo y crecimiento con un desarrollo sostenible. Un paso más en esa senda llega con el reconocimiento por parte del Gobierno vasco a cinco proyectos y dos ideas industriales en ese campo caracterizadas por la innovación.

La convocatoria, materializada a través de la Fundación Hazi, ha contado con una dotación presupuestaria de 1,5 millones de euros para sufragar la puesta en marcha, así como proporcionar acompañamiento, tutorización y servicios especializados a lo largo del proceso, “desde la incubación de la idea hasta el lanzamiento del producto o servicio al mercado”, puntualizan. Se presentaron 19 iniciativas candidatas.

Así, Aitor Pablos, doctor en Ingeniería Química y director de Desarrollo de Negocio de SBS ha desarrollado el tratamiento por pirólisis de plásticos complejos no reciclables, residuos de celulosa y fibra de carbono junto con la separación de la fracción mayoritaria de celulosa y otros componentes volátiles presentes en los residuos de celulosa. )

Mikel Llona Arambarri, graduado en Materiales y Procesos y CEO y cofundador de Birziplastic, apuesta por la recuperación de materiales plásticos complejos procedentes de la industria papelera por vía del reciclaje térmico.

El ingeniero industrial Pablo Amunarriz, representante legal de SBS y gerente de Orloga S.A. propone una planta modular para obtener nanocelulosa “en busca de la validación que permitirá realizar pruebas de concepto e implantar el sistema en diferentes tipos de clientes, fábricas de papel, fábricas de bandejas termoformadas, de embalaje, transformados de cartón, etc.”

Jalel Labidi, doctor en Ingeniería Química e investigador de la Universidad del País Vasco e Iván Rivilla de la Cruz, doctor en Ciencias Químicas e investigador en Ikerbasque, ofrecen “tecnología para dar respuesta a un requerimiento común a distintos procesos industriales del sector alimentario, cosmético, biotecnológico o de remediación ambiental, que consiste en la necesidad de reducir los tamaños de partícula a escalas micro o nanométrica”, según describen desde el Gobierno vasco.

Alexander López Aller, CEO de Revenant Industrial & Ports Machinery, licenciado en Psicología Industrial y Organizacional y máster en Supply Chain Management ha creado una remanufactura de carretillas elevadoras portuarias y de gran tonelaje, así como tractores de arrastre industriales y de puertos, “propulsados por energías alternativas consistentes en biocombustibles”.

Biomasa de Microalgas

Además de los mencionados proyectos se distinguió a dos ideas. Por una parte, María Margarita Arenas Plata, abogada, MBA por la Universidad del País Vasco y cofundadora de Witalgae ha pensado en un prototipo para la producción sostenible de biomasa de microalgas a partir de las aguas residuales y las emisiones de dióxido de carbono de la industria alimentaria de Enkarterri.

Por otra, Catalina Mansilla, doctora en Ciencias Químicas e investigadora en CTECH nano-Coating Technologies S.L. trabajará en la fabricación de madera de última generación “mediante la nano-infiltración reactiva en fase de gas”.

El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco, Bittor Oroz, destacó la importancia de la colaboración interinstitucional y la contribución de iniciativas privadas que se traduzca en actividad y empleo.

Fuente: deia.eus

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